Al carajo el virus.
Al leer el título, aseguro que tu mente manifestó: “Sí, al carajo. Me identifico con ese título”.
El título es muy diciente. No deseo defraudarte con su significado, pero si confesar que la intención es que empieces a leer el blog, cosa que ya logré. De aquí en adelante, lo que puede venir lo dejo a tu criterio. Gracias por leerme.
No hay forma de mandar al carajo el virus, o el Covid-19, ya que llegó para quedarse; no sabemos si se irá en 6 meses, un año o quizá dos, así que mandar al carajo algo que vino a quedarse es bastante inverosímil.
¿Y entonces?
En esa pregunta es donde comienza mi objetivo en este blog, *tomar conciencia. *
“Las circunstancias no forman a los hombres, los muestran”. Robert De Lamennais.
Así que esté virus nos debe demostrar de qué estamos hechos.
- Llegó el momento de valorar aquello a lo que no le prestábamos la más mínima atención, y aprender de la nueva paradoja:
- Sabes que hoy el aire está más limpio y debemos usar tapabocas.
- Las carreteras están vacías y no podemos hacer largos viajes.
- Las personas tienen las manos limpias y no podemos estrecharlas.
- Los amigos tenemos tiempo para compartir y no podemos reunirnos.
- Todos los lunes el corazón anhela la oficina y los fines de semana no parecen terminar.
- Los que tienen dinero no pueden ir a un centro comercial para gastarlo.
- El culpable está en todas partes y no podemos verlo.
- Si alguno deja este mundo, no podemos despedirlo.
Ahora bien, no podemos mandar al carajo en la capacidad que se nos ha dado de levantarnos en medio de la adversidad, de vivir en paz en medio de la tormenta, y especialmente de pasar por el desierto con la confianza de que llegaremos al oasis.
Llegó el momento de unirnos, respetarnos, de entender conscientemente que fuimos hecho a Su imagen y semejanza, con talentos y dones, de valorar cada segundo que tenemos de vida, de amarnos y pensar de una buena vez que en lugar de preocuparnos debemos ocuparnos en cumplir nuestros sueños y metas.
Así que confiemos en el Padre que nos ama, y que jamás un papá que ama le mandará un cáncer a su hijo para que cambie, así que olvídate que Dios nos envió el virus, pero sí lo permitió, y estoy seguro que si tú confías en Él y en lo que pasará después de esta pandemia, verás la sobreabundancia y prosperidad verdadera.
Hoy es el día de mandar al carajo, no al virus, sino a todos los pensamientos negativos que se han ocasionado por falta de fe.
Jorge Baena
Coach/Artista
www.jorgebaena.co
@jorgebaena15