No es suficiente. Sal de la pecera.
Antes del 21 de marzo de 2020, fecha en la que el presidente de Colombia anunció el inicio de la cuarentena – confinamiento, encerramiento -, una gran parte de personas en el mundo ya estaban encerradas.
¿Cómo así Jorge?
Me explico. El encierro es una cuestión mental, y aunque ya en este mismo instante estés juzgando o contradiciendo estas letras, te lo evidenciaré en el blog de hoy.
Así que empiezo por mí. Entre los años 2011 al 2015 trabajaba para ganarme el sustento diario. Sé que no utilizo esa palabra ahora – te invito a que busques su significado -, pero estamos hablando de ese tiempo en particular. En fin, fueron más de 4 años encerrado en un panorama que cada día que pasaba, en vez de crecer en todos mis ángulos, sentía que esa rueda de la vida no encontraba forma: estaba más gordo, amargado por los lunes, quejoso, negativo, sin conexión divina y había días en los que incluso amanecía con el importaculismo en su máxima expresión.
Aprovecho este espacio para darte de regalo la rueda de la vida, para que puedas saber cómo estás con respeto a tus ángulos. Escríbeme a mi Whatsapp +57 3013928315 y solicítalo, te va a encantar.
Así que yo sé lo que es vivir en un encierro, o mejor dicho, en una pecera, y debo confesarte que hice la tarea que la sociedad nos inculca de forma permanente, prepararme en carreras profesionales y subir de nivel cada día, tanto que en el año 2013 ya era Magister en mercadeo, pero seguía en esa misma pecera.
¿Te encuentras en una pecera al día de hoy?*
Me estoy haciendo esa pregunta actualmente y debo confesarte que mi respuesta es un contundente NO.
Hace más de 5 años tome la firme decisión de romper esa pecera y salir de ese espacio tan dañino llamado zona de confort.
Fuera de tu zona de confort es el único lugar que vale la pena vivir.
Y lo supe cuando entendí que somos aprendices de por vida, que por más de 25 años no había desarrollado mis habilidades socio emocionales y que lo que verdaderamente me iba a llevar a otro nivel, incluso a vivir una vida con propósito, era fortalecer mis 4 dimensiones:
Dimensión espiritual.
Año 2015. Conecté mi cable de electricidad a la fuente correcta: DIOS
Dimensión mental y emocional.
Año 2015. Empecé mi primera certificación en coaching ontológico, y a la fecha me he certificado en PNL, oratoria, speaker, eneagrama y muchas más herramientas que siguen fortaleciendo mi mente y emociones: pasé de leer dos libros por año a 65 libros el año pasado, es decir, el equivalente a 20 años de mi anterior Yo.
Dimensión física.
Mi cuerpo, ese templo al que tanto daño le hice, que no cuidaba, que le metía cualquier tipo de basura; el tiempo lo cobra todo. Hoy lo cuido de forma Conciente.
En la actualidad soy una persona que nada en el océano que El Creador nos regaló, entendiendo que puedo y soy próspero de forma verdadera y sobreabundante, en un proceso de mejoramiento continuo. Y lo mejor de todo es ver cómo mi calidad de vida y la de los que me rodean se expande a una vida con propósito.
Así que deseo invitarte a que pruebes estos tres pasos que a mí me sirvieron.
- Paso 1.
Acepta que el encierro es mental, que en la pecera te morirás. - Paso 2.
Atrévete a conocer el océano, en la pecera no encontrarás nada nuevo. - Paso 3.
Rodéate de tiburones, no pirañas.
Pide ayuda. Invierte en ti.
De esta manera fue como pude salir de la pecera y hoy hacerte una invitación a nadar con tiburones en nuestro gran proyecto Somos red.
Gracias por leer todo el blog, y espero verte en océanos que El Creador te diseñó para que nadaras de forma extraordinaria.
Hoy es el día.
Me escribes para darte toda la información.
Iniciamos el 5 de febrero.
Si no es hoy… entonces, ¿cuándo?
El blog de Baena
Jorge Baena
Coach/Artista
www.jorgebaena.co
@jorgebaena15